Cien confirmandos conmemorando el día de la confirmación del beato José Gregorio Hernández

Vicaría diocesana para las comunicaciones sociales

Por tercer año consecutivo se conmemoró el día en que el beato José Gregorio Hernández fue confirmado en la parroquia San Juan Bautista de Betijoque, municipio Rafael Rangel, del estado Trujillo. La celebración tuvo lugar este miércoles seis de diciembre a las cuatro y media de la tarde y fue presidida por el obispo diocesano monseñor José Trinidad Fernández Angulo.

Betijoque e Isnotú son dos poblaciones vecinas y relativamente cercanas; durante muchas décadas, particularmente cuando nació y creció en esta comarca el Dr. José Gregorio Hernández, la parroquia Libertad (así se llamaba entonces Isnotú) fue atendida por los párrocos de Betijoque.

Cien personas entre niños y jóvenes se prepararon para recibir el sacramento. Los acompañaron sus padrinos y familiares. También la Sociedad Beato José Gregorio y representantes de los grupos de apostolado se hicieron presentes. Concelebraron la Santa Misa con el obispo diocesano, el párroco de Betijoque presbítero Rafael Torres y los sacerdotes Magdaleno Alvarez y Mervin Fuentes del santuario de Isnotú.

Durante la solemne y ordenada liturgia el obispo diocesano manifestó su regocijo por homenajear al beato celebrando el sacramento de la confirmación y lo propuso como modelo de cristiano, creyente del Espíritu Santo y excelente ciudadano.

“No se imaginaba el obispo Hilario Boset que un día como hoy, hace 156 años, estaba confirmando un futuro beato; pero así actúa el Espíritu de Dios, en medio de nuestro sencillo caminar; a través del beato Dios nos ha bendecido” comentó Monseñor Trino.

Sobre las virtudes humanos del beato destacó que, aunque estudió y se preparó mucho, nunca se sintió superior; más bien fue servidor de las demás personas. Humilde, estudioso, buen cristiano y buen ciudadano. José Gregorio encarna la vida de un hombre sencillo de estas tierras andinas, destacado en la ciencia y la fe . Su norte fue hacer el bien cada vez que podía sin necesidad de que hubiese ganancia o dinero de por medio.

Monseñor Trino explicó que José Gregorio Hernández cultivó, por la participación en los sacramentos, su anhelo de estar cerca de Dios. Expresó durante su vida una fe ardiente a Jesús eucaristía. “Practicó su espiritualidad cumpliendo los mandamientos de la Iglesia, entre ellos la participación frecuente en la Santa Misa, junto a la comunión y confesión. A pesar de los duros episodios que enfrentó en su vida personal y de que no se le cumplió su anhelo de ser monje o sacerdote, él siempre confió en Dios, su camino de fe puede resumirse en que trató de buscar a Jesús como un amigo. En su testimonio se comprueba que el Señor es la sombra que cuida nuestra vida, y a quien buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija. De allí que podemos aprender que la fe también es búsqueda y cercanía como José Gregorio” indicó el prelado.

Otras de las virtudes destacadas por el obispo durante la homilía fue la santa paciencia que practicó el beato siendo a la vez de personalidad firme, pero sin reproches o enfrentamientos constantes; al contrario, sabía escuchar, comprender al otro y aceptarlo como era. La santidad de su vida se notaba en la sencillez y en actuar con autenticidad, sin falsedad ni hipocresía.

Monseñor Trino también hizo referencia a la devoción mariana del beato quien supo buscar el amor de María Santísima, especialmente con el rezo frecuente del Rosario, virtud que los católicos estamos llamados a practicar.

Finalmente, el obispo diocesano invitó a los confirmandos, sus padrinos y familiares que llenaron el recinto religioso, a reconocer en José Gregorio una persona de bien que debemos imitar. Unidos a Dios por medio de la oración, la eucaristía, la práctica de la misericordia con todo aquel que podamos. “Queridos niños y jóvenes, con el sacramento del Espíritu Santo que les confirma en la fe, ustedes sean sal y luz de la tierra para que nuestra Iglesia y la sociedad venezolana sean mejores”.

Después de impartir el Sacramento de la Confirmación y culminada la comunión, los sacerdotes del santuario de Isnotú hicieron entrega de una imagen del beato que recibió el obispo diocesano para ser venerada en la capilla de la Curia diocesana de Trujillo.

Monseñor Trino felicitó al párroco, confirmandos, familiares y catequistas por tan bella celebración e impartió a la solemne bendición a las seis de la tarde. Los actos finalizaron con la entrega de recuerdos y merienda a los confirmandos.

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