Oficina de Prensa Arquidiócesis de Caracas
El Cardenal Baltazar Porras dedicó su programa del día de hoy para dar a conocer las acciones concretas que ha tomado la Iglesia buscando aliviar el sufrimiento de los más necesitados del país y para aclarar las inquietudes surgidas en los últimos días.
Cómo Pastor, recordó que un verdadero Cristiano jamás puede dudar que la voluntad de Dios es dar vida en abundancia.
“Ante las situaciones difíciles muchas personas pueden caer en la tentación de culpar a Dios o pensar que lo que sucede es un castigo de Él”, por tal motivo el Cardenal reflexionó sobre las fragilidades del ser humano en tiempos de crisis. Recordó que la libertad no se trata de elegir entre el bien y el mal; explicó que la libertad es una virtud que permite conocer y escoger cual es el mejor de los “bienes” para la conveniencia común.
En estos tiempos que vivimos, la disfunción de malas noticias puede generar angustias, dudas y temores, debemos ser cuidadosos con la información que difundimos y verificar la que recibimos. Ante la incertidumbre y dificultades, los verdaderos cristianos estamos llamados a ser solidarios, sobrios, rectos y actuar con serenidad, dijo el Arzobispo.
La Iglesia Católica realiza su acción a través de diferentes funciones pastorales que van más allá del campo evangelizador. Una de las actividades de la Iglesia más reconocida es su labor social y caritativa. Prueba de ello son las millones de personas en situación de dificultad atendidas por Caritas Venezuela con programas como ollas solidarias, atención médica y entrega de alimentos, entre otros.
Párrocos, religiosas, laicos y diferentes profesionales, arriesgan su vida diariamente por atender al prójimo. Son muchos los afligidos que reciben alivio gracias a la solidaridad y generosidad de quienes están comprometidos con los que sufren.
Son incontables las iniciativas que, sin discriminar, la Iglesia ejecuta atendiendo y orientando a los venezolanos que sufren las consecuencias de las malas políticas implementadas por el Estado. Crisis que empeoró con el confinamiento producto de la pandemia, trayendo como consecuencia un aumento significativo de casos de angustia, depresión y ansiedad en muchas personas, por lo que la Iglesia creó un programa de ayuda psicológica que funciona a través de llamadas telefónicas para escuchar y guiar a quienes sienten que no pueden controlar esas emociones negativas.
El Cardenal Porras exaltó la función de los jóvenes venezolanos pertenecientes a diferentes grupos pastorales que hacen vida eclesial en Venezuela, quienes han sido de gran ayuda en la adaptación de la Iglesia a los nuevos canales de comunicación digital. “Su ingenio y carisma no se pueden cuantificar, los jóvenes del país están verdaderamente comprometidos con el desarrollo del país y la formación del prójimo”, dijo el Cardenal.
La labor educativa es otra de las actividades destacadas de la Iglesia. El Arzobispo de Mérida manifestó su agradecimiento a las Instituciones aliadas que fomentan la educación y la cultura a nivel nacional, formando a millones de jóvenes independientemente de su condición o creencia.
Mientras se desarrollaba el programa, uno de los seguidores de la transmisión en vivo, representante de la Revista Vida Nueva, preguntó sobre la posición de la Iglesia ante la propuesta de Nicolás Maduro de disponer de los templos para alojar a los contagiados de Covid-19 y a los que retornan al país; a lo que el Cardenal Baltazar Porras respondió: “Cómo miembros de la Iglesia nos interesa buscar soluciones y siempre priorizamos el bienestar del pueblo, ante cualquier situación de emergencia tenemos la disposición de ayudar, pero la primera obligación es del Estado”.
Aconsejó realizar un trabajo organizado y debidamente hacer inventarios para conocer la capacidad y necesidades de los hospitales del país, posteriormente, se debe hacer la misma evaluación en las edificaciones de las instituciones públicas, como por ejemplo los cuarteles, tomando en cuenta que una emergencia sanitaria requiere un mínimo de infraestructura, entre ellas camas, baños y comedores que ninguna Iglesia del país posee. “Seguiremos sirviendo y siendo parte de la vida de las personas en situaciones difíciles; ofreciéndoles consuelo, apoyo espiritual y fomentando iniciativas que ayuden a aliviar su sufrimiento y permitan formar a mejores ciudadanos”. Agregó el Cardenal.
Para finalizar la transmisión del programa, el también Administrador Apostólico de Caracas, citó la tesis del Fray Bartolomé de las Casas, conocido como el apóstol de la evangelización pacífica: “Una sola norma establecida por la divina providencia para enseñar a los seres humanos la verdadera religión. Persuasiva del entendimiento con razones y suavemente atractiva de la voluntad”.