Nuevo sacerdote para la Diócesis de Trujillo

“Somos ministros del amor de Dios, de  su alegría que salva y perdona”. Mons. José Trinidad Fernández.

Vicaría Diocesana para las Comunicaciones

Feligresía de Pampán festeja

El sábado 22 de julio, la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá, del Municipio Pampán, se vistió de fiesta al congregarse buena parte del presbiterio de la diócesis de Trujillo,  diáconos , seminaristas y una feligresía que desbordó el templo parroquial. Otro joven pampanense recibiría el orden de los presbíteros.  El excelente protocolo de logística, liturgia, seguridad, refrigerios  y demás atenciones fue ofrecido por los diversos grupos de apostolado, bajo la coordinación del párroco Pedro Terán. La Santa Misa fue trasmitida por Radio Paz 98.9, Chiquinquireña Radio y a través de medios digitales.

La solemne eucaristía, presidida por Monseñor José Trinidad Fernández, obispo de Trujillo, inició a las 10 y 30 de la mañana. Mediante el ritual de imposición de manos y la oración consecratoria, Monseñor Trino confirió, en una ceremonia armoniosa y llena de fervor, el Orden del Presbiterado al diácono Blas Ernesto Canelones Esis.

En estas celebraciones se evidencia la unidad del presbiterio, particularmente cuando junto al obispo acompañan las oraciones propias y los gestos de la ceremonia, en particular llama la atención la imposición de las manos después del obispo y el abrazo de bienvenida. Estos gestos arrancaron numerosos y expóntenos  aplausos de la asamblea.

Mons. José Trinidad Fernández se mostró complacido con la nutrida y solemne celebración.  Manifestó su gratitud a Dios por este momento de gracia e invitó al ordenando y a los sacerdotes a que,  como buenos pastores entren por la puerta estrecha y hagan de la Iglesia un lugar de encuentro, dando alivio a los enfermos y ayudando a quien necesite. Monseñor Trino tuvo varios consejos sacerdotales para el joven diacono:  le recomendó tener presente que su voz no es la suya sino la de Dios que habla al corazón del hombre  y lo invita a convertirse.

“Queridos sacerdotes: recuerden el día de su ordenación para evitar vivir amagados. Somos ministros del amor de Dios, de su alegría que salva y perdona. Les pido, por favor, que tengan esa capacidad de perdón que tuvo el Señor, que no vino a condenar sino a perdonar. Tengan misericordia, tanta misericordia. Y si les viene el escrúpulo de ser demasiado perdonadores piensen en el Santo Cura de Ars que iba ante el Santísimo y decía: Señor, perdóname si he perdonado demasiado, pero eres tu el que me ha dado el mal ejemplo de perdonar tanto” dijo el obispo el obispo reflexionando sobre el ministerio sacerdotal.

La Santa Misa finalizó pasadas las doce del mediodía. Antes de la bendición final el neo sacerdote tomó la palabra. El padre Blas, recordó que la toda  vocación  es difícil y que la misma es un don, el regalo que Dios le da al hombre y que el hombre responde con libertad y que está llamado a perseverar para poder vencer al pecado  y vivir en la gracia. Manifestó su gratitud para con el obispo, su familia, los sacerdotes y diáconos presentes, el seminario, la feligresía pampanense y los numerosos amigos que participaron la bella ceremonia.

Por su parte Monseñor Trino, recordó que para este martes 25 estaba pautada la ordenación sacerdotal del diácono Cesar Eduardo Torres en San Rafael de Boconó, invitando a todos los que puedan asistir. Culminada la solemne Eucaristía el neo sacerdote recibió los saludos y felicitaciones por parte de los presentes.

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