Trujillanos celebraron fervorosamente a su patrona, Nuestra Señora de La Paz

Vicaría diocesana para las comunicaciones sociales.

Durante tres semanas se llevó a cabo un extenso programa religioso en honor a la patrona de los trujillanos, Nuestra Señora de la Paz, que culminó el pasado miércoles 24 de enero con diversas y multitudinarias manifestaciones religiosas. Al clarear el día, como de costumbre, se hizo el alegre despertar con música de viento por las calles de la ciudad capital. A las siete de la mañana hubo la primera Misa del día, seguidamente se realizó la procesión que tradicionalmente parte desde la redoma, ubicada en la entrada de Trujillo, sitio donde se exhibe una enorme estatua en conmemoración a la patrona; esta caminata llega hasta el templo catedral; a las diez y treinta se llevó a cabo la Eucaristía solemne presidida por el obispo de Carora Monseñor Carlos Curiel; culminada la solemnidad hubo una procesión con la imagen alrededor de la Plaza Bolívar; al presbítero Pedro Terán y a la agrupación musical Pax Dei les correspondió el concierto de música religiosa pautado para las dos de la tarde; pasadas las tres hubo la tercera Eucaristía presidida esta vez por Monseñor Benito Méndez, prelado trujillano, obispo del Ordinariato Castrense; la cuarta eucaristía solemne se celebró a las cinco y fue presidida por el obispo de Trujillo, Monseñor José Trinidad Fernández. Los actos culminaron con la multitudinaria procesión que recorre, en medio de diversos homenajes musicales, las principales calles que abarcan el centro de la ciudad y se prolonga hasta altas horas de la noche.

 

La paz , aspiración y tarea del cristiano

Durante la celebración central de las fiestas patronales, Monseñor Carlos Curiel quien, invitado por el obispo de Trujillo, había llegado procedente de Carora para presidir la Eucaristía central, dirigió una reflexión muy sensibilizadora sobra el don de la paz.

El prelado caroreño manifestó su regocijo y gratitud por la oportunidad de compartir con los trujillanos el amor y la devoción a Nuestra Señora de La Paz.

Basándose en el significado de esta advocación y en la Palabra de Dios proclamada en la santa Misa invitó a la atenta asamblea litúrgica a poner su mirada en el Príncipe de la paz Jesucristo el Redentor y en el papel de María Santísima, con suma humildad pues ella acogió en la pequeñez de un niño a Aquel que es la luz, la felicidad, y la verdad. La actitud humilde de nuestra madre nos señala el modelo de alegría y felicidad que el corazón humilde sabe recibir y compartir en lo personal, con la familia y con los demás en la comunidad.

Recordó Monseñor Curiel que la paz verdadera es un don de Dios en Cristo, también una aspiración de toda persona humana y para los cristianos constituye un mandato del Señor. Para poder vivirla y llevarla , como el mismo Señor nos mostró, debemos acogerla con humildad y esperanza. El obispo hizo reiteradas invitaciones a que todos, ciudadanos y gobernantes, clérigos y fieles, familia e instituciones públicas, tomemos sincera conciencia de lo que significa abrir el corazón a Jesucristo, camino, verdad y vida. Explicó que se necesita llevar al corazón o a la interioridad, como lo hacía la Virgen María, las cosas más importantes, para que podamos renovarnos de verdad y tener una sociedad, un país y un mundo más fraterno y justo; pues “existen tensiones de todo tipo, nuevas y más insidiosas amenazas contra la paz entre nosotros y también el mundo actual”. Abrir el corazón a la verdad significa también que podamos caminar hacía una Venezuela y un mundo más unido, alegre y justo, dijo el prelado.

También insistió el predicador en señalar el camino de la sinodalidad que el Papa Francisco y los obispos están proponiendo a la Iglesia, el cual puede trasladarse también a la sociedad venezolana en cuanto podamos ser capaces de buscar un camino juntos en medio de la diversidad. “O nos unimos como hermanos o perecemos como idiotas” dijo el prelado parafraseando al famoso líder civil Martin Luther King.

A comienzo y al final de la Misa central, el obispo diocesano intervino para manifestar su júbilo, dar la bienvenida y agradecer a los ilustres visitantes. Aprovechó Monseñor Trino para exhortar a sus diocesanos sobre la tarea pendiente de que Trujillo sea en verdad un territorio propulsor de los valores de la paz. También anunció la alegre noticia de un evento eclesiástico próximo a realizarse en la iglesia catedral: la ordenación sacerdotal de cuatro jóvenes trujillanos el viernes 02 de febrero y la posterior ordenación de dos nuevos diáconos en camino al presbiterado. Monseñor Trino Fernández también destacó la presencia del vicario general de la diócesis, presbítero Rubén Delgado e hizo referencia a la salutación de sus hermanos en el episcopado venezolano quienes en esta fiesta diocesana hicieron llegar sus parabienes al pastor diocesano y a la diócesis en general.

 

Concurrida solemnidad

Durante la Misa central la catedral se vio rebosada en su capacidad por numerosas personas provenientes de las parroquias eclesiásticas de la ciudad capital. Tres obispos y unos cuarenta sacerdotes concelebraron la solemne eucaristía. Diáconos religiosas, seminaristas y grupos de apostolado engalanaron el recinto religioso. También el gobernador del estado, Gerardo Márquez, el alcalde del municipio y representantes de las instituciones estadales se hicieron presentes.

La preciosa imagen colonial de Nuestra Señora de la Paz fue atractivamente engalanada con su característico vestido blanco y capa azul, así como con el hermoso esplendor de su corona canónica y un simbólico adorno de rosas rojas y blancas, inspiradas en el amor maternal de la Santísima Virgen. El templo colonial lució armoniosa y artísticamente decorado con abundantes flores blancas provenientes de las montañas trujillanas. La ceremonia y los cantos litúrgicos estuvieron a cargo del Seminario Sagrado Corazón de Jesús quienes ensamblaron la armoniosa agrupación junto a varios músicos católicos que sirven en la iglesia catedral. Los medios de comunicación regionales hicieron su trabajo, como cada año, para resaltar la figura y fiesta de nuestra patrona. La señal de Radio Paz y la televisora local TVT Trujillo sirvieron de enlace para que varias emisoras trasmitieran en vivo la Misa de las diez de la mañana. Así mismo, los diarios y medios digitales trujillanos hicieron lo propio difundiendo en vivo los acontecimientos .

La extensa programación del día miércoles contó con una abundante participación de fieles y devotos quienes durante las cuatro misas y las tres procesiones del día hicieron masivo acto de presencia. El párroco presbítero Gustavo Godoy, agradeció en nombre el obispo, la diócesis y la sociedad de Nuestra Señora de la Paz, a los sacerdotes y comunidades parroquiales, autoridades e instituciones, por el valioso apoyo para celebrar por todo lo alto la fiesta de la Virgen, patrona de todos los trujillanos.

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